Unos 50 metros al sur de las Termas de Outariz, antes de llegar a las pozas del mismo nombre y a la pasarela peatonal sobre el río Miño, se encuentran restos de una mina de oro romana.
Es curioso que dada su cercanía a la ciudad, y la gran cantidad de personas que frecuentan esta zona termal cada día, la mina sea desconocida para la gran mayoría de la gente. Es cierto que se encuentra oculta por la maleza, pero se pueden observar las "murias", montones alargados de cantos rodados de tamaño decamétrico. Estos cantos eran los materiales que los mineros romanos dejaban en la zona de explotación, y no llevaban a lavar al río, ya que sabían que en estos cantos no hay oro, el oro está entre la arena. Por lo tanto, mover estas piedras era un trabajo absurdo, por lo que las dejaban colocadas en murias en la zona de explotación. La arena de esta zona sería lavada en el cercano río para extraer las pepitas de oro. Dada la gran cantidad de vegetación no se observa con facilidad la distribucción de las murias.
Podemos pensar que toda la orilla del río Miño en esta zona estaba afectada por estas minas. Posiblemente desde la mina romana de Oira hasta al menos este punto pudo haber estructuras de este tipo destruidas por el crecimiento de la ciudad de Ourense durante 1800 años.
En el mapa de pendientes de la zona se puede observar el resalte que genera la zona de murias.
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